A lo largo de nuestra historia de vida hemos sido participes de vivir la separación o término de una relación de pareja o por lo menos conocemos a alguien que se ha separado/divorciado, situación que lleva a remover internamente emociones que pueden llegara a conectarse con rasgos de Depresión y/o Ansiedad derivado justamente de vivir este evento significativo. Una separación conlleva una serie de situaciones que implican muchos miedos y angustias de lo que será seguir la vida cotidiana sin la pareja, a decir de cada caso pero es muy importante analizar el contexto que conlleva llegar al término o fin de una relación porque cuando suele haber violencia, agresiones y todo aquello que lastima al otro (a) la separación es la única solución a los conflictos que regularmente se han soportado durante muchos años. Según Bowlby (1980) la perdida que se vive ante el proceso de separación de la pareja (ruptura amorosa) pasa por 4 etapas:

1.- Confusión: que dura de unas horas a semanas y puede cursar con arranques de rabia intensa y de angustia, está confusión es por no identificar aún las cusas que llevaron a que la relación terminara.

2.- Fase de anhelo: o búsqueda por la figura perdida durante unos meses y a veces por años, y que por momentos empieza a percatarse de la realidad de la pérdida, con periodos de llanto y espasmos de angustia. En este periodo suele haber mayor riesgo de regresar con la ex pareja sobre todo si no se identifican las causas reales de la separación.

3.- Fase de desorganización y desesperación: para que el duelo tenga un pronóstico favorable, parece ser necesario que perdure el golpeteo emocional si se puede tolerar la nostalgia, hay un examen interminable de cómo y por qué ocurrió la pérdida y el enojo contra quien podría ser responsable de la separación. En esta fase muchas mujeres suelen sentirse culpables de que la relación haya terminado y más cuando hay hijos ya que sienten que la responsabilidad del funcionamiento de la misma era de ellas.

4.- Fase de reorganización: en este periodo las reacciones emocionales exageradas terminan y existe un recuerdo no muy constante de la persona desaparecida. Se puede decir que comienza el periodo de aceptación y el proceso de acomodo emocional (asimilación) del nuevo comienzo.

Lo mejor ante una ruptura amorosa es acudir a psicoterapia y así poder enfrentar el proceso de separación acompañada del especialista.

Contacto: psicologoarmando@yahoo.com.mx

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