El Fondo monetario Internacional(FMI) advirtió que la actividad económica de América Latina y el Caribe mantiene una recuperación desigual, por lo que pronostica que no volverá a sus niveles prepandémicos hasta 2023, mientras que el producto interno bruto (PIB) per cápita lo hará en 2025, lo que significa una recuperación más atrasada en comparación con otras partes del mundo.

En conferencia para presentar la actualización de perspectivas para América Latina, Alejandro Werner, director del departamento del hemisferio occidental del organismo, aseguró que la recuperación en la región se encuentra “muy distante”, lo que ha repercutido desproporcionalmente en el empleo y el aumento de la pobreza.

Werner indicó que, a pesar de que las economías comenzaron a reflejar desde 2020 la mejoría de las condiciones, esta recuperación, que ya de por sí era desigual, se ha visto amenazada por el reciente recrudecimiento de la pandemia y la reintroducción de medidas de contención más estrictas en algunos países, así como por las repercusiones de la desaceleración de la economía mundial.

Entre los factores que contribuyen a esta situación, el Fondo se refirió al fracaso en la contención de las infecciones de covid-19, la imposición de nuevos confinamientos y cambios en el comportamiento de la gente.

“El resurgimiento de la pandemia hacia el final del año amenaza con frustrar una recuperación desigual y se suma a los elevados costos sociales y humanos”, dijo el economista. Hace unos días, el FMI elevó sus previsiones de crecimiento para México en 2021 de 3.5 a 4.3 por ciento; asimismo, elevó su pronóstico para 2022 de 2.3 a 2.5 por ciento.

En este sentido, dijo que América Central se ha visto apuntalada por las cuantiosas remesas, el aumento de los precios de los alimentos y un eficaz apoyo mediante políticas; sin embargo, se enfrentan al riesgo adicional de los desastres naturales.

También fue revisado al alza el pronóstico de crecimiento a nivel mundial y para América Latina; en este último caso, pronosticó un crecimiento de 4.1 por ciento en 2021, 5 puntos más que lo pronosticado en octubre, a medida que se acelere el proceso de distribución de las vacunas.

Así señaló que, ante todas las incertidumbres, la prioridad de los países debería ser garantizar una dotación adecuada de recursos para los sistemas sanitarios, incluidas la vacunación y las pruebas, así como seguir apoyando a los sectores vulnerables más afectados por la pandemia y afianzar la recuperación que hasta ahora es incierta.

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