Para Cuauhtémoc Cárdenas Batel, encargado del Comité Técnico para el Fideicomiso de la construcción del Teatro Mariano Matamoros en 2009, la responsabilidad de cómo se concluyó la obra, y en qué condiciones, es de los gobernantes en turno que decidieron avanzar o frenar la obra, mientras que aseveró no tener nada que con la construcción ni sus irregularidades desde hace siete años.
Previo a la inauguración del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), el vicepresidente del Festival aseguró que no siente ninguna responsabilidad por la obra, pues más allá de su participación inicial, lo que ocurrió con el recinto teatral quedó en manos de los gobernantes que pasaron por la obra.
Afirmó que nunca fue llamado a comparecer por las presuntas irregularidades en el manejo de los recursos para la rehabilitación del espacio y reconoció que, hasta la inauguración de la decimonovena edición del FICM, no había visto como culminó la obra ideada por él en 2009.
Manifestó que será trabajo de la nueva administración estatal, encabezada por Alfredo Ramírez Bedolla, revisar las condiciones en las que se entregó el Teatro y reconocer posibles fallas o desvíos de recurso en su construcción.
El ex gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, entregó el Teatro Mariano Matamoros en el pasado mes de marzo con una inversión de 555 millones 300 mil 733 pesos desde el inicio de su intervención a la fecha.
El proyecto del Teatro Mariano Matamoros arrancó en 2009, cuando Leonel Godoy era gobernador y se tenía contemplada su apertura para el año 2010, durante los festejos del Bicentenario del inicio de la Independencia; al frente del Fideicomiso quedó Cuauhtémoc Cardenas Batel, hermano del ex gobernador Lázaro Cárdenas Batel.
Pese a que en la obra hubo subejercicios hasta el año 2013, los cuales suman cerca de 225 millones de pesos, el Fideicomiso se disolvió en marzo del 2016. Acto seguido, Cuauhtémoc Cárdenas demandó al gobierno de Michoacán por dos millones de pesos por “incumplimiento de contrato”.
