El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció establecer un precio máximo a la venta de gas y abrir la importación de maíz amarillo al país para controlar los precios de la tortilla y el combustible que se utiliza principalmente en los hogares para satisfacer necesidades básicas como la alimentación y la higiene personal.

“En el caso del Gas, si es necesario vamos a establecer un precio máximo, no les va a gustar a los tecnócratas y en el caso de la tortilla hay otros mecanismos que pueden utilizarse, por ejemplo, abrir la importación para que haya más competencia y que se tenga más maíz”, expresó el mandatario.

En la conferencia mañanera, el titular del Ejecutivo federal anunció que el próximo martes 6, se realizará una reunión para analizar el tema del gas porque es el combustible que ha incrementado sus precios por encima de la inflación.

Reveló que en la Ciudad de México, es el lugar donde más se ha incrementado el precio del gas en el país, argumentando que existe un monopolio que controla el combustible, a través de redes en diferentes colonias de la capital de la república.

“Ya estamos analizando el asunto y vamos a enfrentarlo”, aseveró el mandatario.

En el caso del anuncio que hicieron empresarios al precio de la tortilla, el presidente López Obrador dijo que la forma de medir la salud económica del país es mediante el salario mínimo y el costo de la tortilla.

Recordó que hace 30 años, un salario mínimo alcanzaba para 50 kilos de tortilla y cuando llegó la actual administración, alcanzaba para seis kilos de tortilla.

“Fíjense lo que hizo (Carlos) Salinas; (Ernesto) Zedillo; (Vicente) Fox; (Felipe) Calderón y (Enrique) Peña para ponerle nombre, de cómo se deterioró el salario mínimo, la pérdida del poder adquisitivo del salario de, 50 a seis kilos de tortilla por salario mínimo”

Recordó que, en el actual gobierno federal, el salario mínimo aumentó más del 40 por ciento en términos reales, lo que permite adquirir de seis a nueve kilos de tortilla por salario mínimo y dijo que la forma más sencilla de medir el poder adquisitivo es a través de la comida que está en la mesa de cada familia, “lo demás es muy genérico”, refirió.

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