Ante el triunfo electoral del Estado de México, muchos han llevado a cabo un balance de lo acontecido el pasado fin de semana. Otros, por ejemplo, evalúan la lectura del escrutinio en Coahuila. De hecho, ambas entidades federativas nos alimentan de grandes aprendizajes que el propio Ricardo Monreal puntualizó a través de sus redes sociales.
Quien mejor que una voz experimentada como la Monreal, que es fundador y militante activo de Morena, para darnos una opinión más objetiva de lo que aconteció. De entrada, coincidimos perfectamente en el análisis que realiza. De hecho, en otros espacios, de forma personal, ponderamos todas las características que envolvieron el proceso electoral.
Tras el anuncio que hizo el Instituto Electoral, no hay ninguna duda del valor significativo que tiene para el movimiento que encabeza el presidente, el haber ganado la joya de la corona.
De las dos entidades, Morena solamente ganó el Estado de México con una margen considerable de votación que, a la postre, no hay duda que legitimará el órgano electoral del INE. Sin embargo, no podemos soslayar lo que aconteció en Coahuila: uno de los territorios del norte que también vivió una jornada el pasado fin de semana. He ahí un punto que debemos considerar para el futuro inmediato que vivirá la sucesión presidencial. Es, sin lugar a dudas, un aprendizaje y una experiencia que tiene que tener que sacarle provecho tanto el partido guinda, como el movimiento.
Es decir, se notó que, ante la falta de un acuerdo político en aquella entidad, y la reacción tardía para construir una cohesión, terminaron por fragmentar el voto. Ahora, la decisión que tomó Mejía, ex abanderado del PT, terminó también por diluir una oportunidad importante para que el movimiento gane más terreno. Esas decisiones, al final de cuentas, afectaron lo que muchos calificamos como la coyuntura perfecta para que Morena triunfara con Armando Guadiana que, sin lugar a dudas, dio la batalla hasta el final.
Lo más importante, en términos políticos, es el proyecto de transformación que encabeza el presidente López Obrador. Liderazgos como el de Ricardo Monreal han hecho énfasis en ese punto. En efecto, Monreal ha fijado su posición y, con toda la entrega que ha tenido con la lucha democrática del país, ha cerrado filas con el mandatario federal frente al reto de refrendar el triunfo histórico del 2018.
Sabedor de que la unidad es medular, el zacatecano ha hecho un llamado para unificar la propuesta progresista y no caer, como en Coahuila, en excesos de confianza.
Y Ricardo Monreal, aspirante presidencial, es un buen promotor de la unidad en Morena. Él, desde que se gestó el Movimiento Regeneración Nacional, ha sido un punto clave en la organización y planeación de tareas. El aporte que ha hecho como militante y fundador del partido guinda, ha servido para generar condiciones óptimas para beneficio del país. El mejor ejemplo, sin duda, es la labor que realiza desde el Senado de la República, donde ha cohesionado a los aliados y es, a partir de hace más de cuatro años, un líder insustituible.
De hecho, con esa voz experimentada, en un breve análisis, el senador morenista Ricardo Monreal expresó su opinión respecto a las elecciones llevadas a cabo el domingo pasado en el Estado de México y en Coahuila.
Debe haber un proceso de análisis objetivo para 2024, no obstante. “Nuestra arrogancia, debilidades y división generó que no tuviéramos la victoria” en el estado norteño y por poco margen “obtuvimos el estado de mayor padrón electoral”, comentó.
Reconoció que fue una hazaña haber logrado obtener el bastión tricolor. Ahora, dice Monreal, debemos
“El movimiento tiene fuerza y también fortaleza”, aseguró en un mensaje.
La pregunta que se hace Monreal es ¿cómo poder repetir lo del Estado de México el próximo año?
Cómo evitar que suceda lo de Coahuila, que el encono interno repercutió en el resultado. Ojalá haya consciencia.
Aunque parece una propuesta impensable, Monreal no temió decir que “debemos dejar a un lado los intereses personales… hay un pacto y hay un movimiento fuerte, vigoroso”.
Hay que privilegiar el movimiento y el proyecto en general, propuso.
Y esta sería tarea de todos, que no todos asumirán. De cualquier manera hizo el llamado: “Se tienen que eliminar la arrogancia, el desinterés o la soberbia para ir unitarios en la construcción del futuro de México”, concluyó.