La caravana migrante que permaneció durante dos días varada en la frontera ente México y Guatemala, intentó la mañana del lunes romper el cerco de cientos de efectivos de la Guardia Nacional (GN) y se internó al país cruzando.
Los migrantes respondieron lanzándoles piedras, en tanto los uniformados se abalanzaron sobre ellos, lanzándoles gas pimienta de manera directa, a fin de contenerlos.
En las márgenes del río Suchiate, durante unos 20 minutos se dio la confrontación entre agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y efectivos de la GN, contra los migrantes que al superarlos en número, en su mayor parte logró correr y llegar hasta la carretera Panamericana y avanzar, ya como caravana, unos 26 kilómetros.
Sin embargo, al llegar a las cercanías del poblado Frontera Hidalgo, la GN nuevamente los cercó y sometió, logrando detener a 402 migrantes, según cifras que dio a conocer después, a través de un comunicado, el INM.
Varias decenas de migrantes esquivaron el cerco, y corrieron hasta esconderse en las laderas del camino. Otros grupos, ante el fuerte operativo de contención, cruzó de regreso la frontera y regresó a la ciudad de Tecún Umán, en el lado de Guatemala.
En las horas subsecuentes, algunos migrantes manifestaron su intención de regresar a Honduras, su país de origen.