Aunque no es de las mejores películas del ya conocido Director Woody Allen, «Un día lluvioso en Nueva York» no es una cinta mala o poco digna de llevar el apellido Allen.
Si bien, es una narrativa un tanto lenta pero que el diálogo la va convirtiendo poco a poco en una maraña de emociones diversas aunado al toque (un poco zafado) de cada uno de sus personajes.
En pocas palabras, es una cinta disfrutable cuando de elocuencia, ingenio y comedia y sarcasmo se ven presentados en los diálogos de los protagonistas.
Esta película que llegará a los cines a finales d este mes, formó parte de las exhibiciones especiales en el marco de la 17 edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), por ello con Cinemaweekend nos dimos la oportunidad de verla para darte la crítica de esta cinta sin spoilers.
Ya es de saberse que al hablarse de crítica sin spoilers no queremos arruinar tu experiencia sino invitarte a que generes los comentarios por ti mismo y califiques a tu gusto.
Así que comencemos:
Como se mencionaba arriba, en esta comedia el diálogo es el hilo conductor de esta historia donde el encanto emana también de la misma narrativa visual y lingüística.
Las actuaciones son buenas, dados que el elenco es muy bueno. Aunque particularmente dudé de la actuación de Elle Fanning, debo decir que salí sorprendida por verla con otro aire, mucho más simplista, algo torpe pero conquistó su personaje dándole un giro a lo que ya había trabajado antes.

En cuanto a la trama, llegas a sentirte identificado con alguno de los personajes, ya sea por la personalidad o por las expectativas que cada uno tiene una vez que se encuentran en la moderna y lujosa ciudad de Nueva York.
Sin ser de las mejores cintas del director, regala en esta ocasión algo bohemio, sarcástico, humorístico y visualmente enriquecedor.

La tercera idea de la cinta llega de manera personal al espectador, es decir, cada uno sustrae un mensaje heterogéneo de la trama. ¿Por qué? porque se parte de los diálogos incluso para conocer más a sus personajes y no sólo eso, sino también de cuando ellos hacen introspección con ellos mismos a través de monólogos o pensamientos.
Aunque llueva, un día en Nueva York puede ser muy bonito, provechoso y muy revelador. Woody Allen nos enseña una ecuación matemática: suerte es igual a oportunidad más talento.

Vale la pena ver la cinta, ya que también puede ayudar a conocernos a nosotros mismos y definir la concepción de amor que tenemos o bien, un tanto el reflexionar hacia dónde vamos con un proyecto de vida.