El obsequio michoacano para AMLO

La opinión de Julio Santoyo Guerrero ✍🏻

0
2256

Un twit, que habrá de ser recordado con emociones opuestas por ciudadanos y actores políticos michoacanos, y que van desde el estupor, el enojo, el aplauso hasta la decepción, ha marcado una ruptura política de consecuencias profundas para los escenarios electorales. Un twit ha sido el medio que el gobernador michoacano de origen perredista ha empleado para anunciar su nueva preferencia política; un medio muy moderno pero poco adecuado para explicar públicamente las razones de su defección; un medio y circunstancias que no dan pie a preguntas esenciales: ¿Renunciará o esperará la expulsión de su partido? ¿Como jefe político de la expresión Foro Nuevo Sol la convocará a seguir su ruta? ¿Replanteará su gabinete para alinearlo a su nueva preferencia? ¿El vínculo parlamentario preferente será ahora con el priismo? ¿Se afiliará al PRI o será ahora gobernador independiente?

La decisión del gobernador Aureoles es un golpe frontal a las expectativas electorales del Frente y devastador para el perredismo michoacano. El desaliento y confusión que su determinación ocasiona impactará en el posicionamiento de los candidatos frentistas y en el entusiasmo de los electores que miraban con buenos ojos las candidaturas de la alianza Pan, PRD y Movimiento Ciudadano.

La incorporación del aspirante Ríos Piter y Silvano Aureoles a las filas electorales de José Antonio Meade formaría parte de una operación extraordinaria para inyectarle vitaminas a una campaña agonizante. Y se daría a pocas horas de la filtración a medios nacionales sobre la decisión al “más alto nivel” de bajar a Meade de la campaña para respaldar a Ricardo Anaya y también a pocas horas de la realización del primer debate entre candidatos. Como si se tratara de un agonizante estertor este cerrón podría tratarse de la última oportunidad que el candidato priista ha tenido para dar muestras de vida y de crecimiento.

La esperanza obvia de los estrategas del candidato de la coalición Todos por México es que ambas adquisiciones a la vez que impulsen la captación de votos peguen en la línea de flotación del candidato frentista desmoralizando su base social y debilitando la cohesión de la propia coalición partidaria. Los operadores del partido en el gobierno persisten en la valoración estratégica de desplazar a Anaya del retirado segundo lugar para meter ahí a José Antonio Meade, un objetivo que hasta ahora no han podido conseguir.

Con toda seguridad hay enojo en las filas frentistas, decepción entre los perredistas y desde luego complacencia en el priismo. Sin embargo, el mayor beneficiario no será Meade, es Andrés Manuel López Obrador. Si Michoacán era considerado un bastión ampliamente competitivo para el frente la renuncia del gobernador a este proyecto modificará las inclinaciones electorales. Pero es poco probable que los perredistas o los frentitas se vallan con Meade siguiendo al gobernador. Es más probable, por empatías históricas inmediatas, que lo hagan con Obrador y sus candidatos en Michoacán.

La defección del gobernador Silvano Aureoles realmente es un obsequio para Andrés Manuel, quien sin mover una pestaña, tendrá los mayores beneficios de una estrategia errática, francamente obtusa, promovida desde el cuarto de guerra del priismo que no tiene el talento para medir las consecuencias de sus operaciones. Bien se dice que las batallas se ganan más por la debilidades del enemigo que por el talento propio, eso podría parafrasear Obrador.

No será Meade el que coseche la perplejidad y la decepción de las bases perredistas en Michoacán y en el país, será Morena quien lo haga, pues si alguien conoce la intimidad política del perredismo son sus antiguos compañeros, precisamente los seguidores de Obrador. La fractura alienta las expectativas de Morena y le regala un campo propicio para atraer la decepción perredista, la que en muchos casos ha estado a un paso de brincar la línea y pasarse a aquel lado, en donde con seguridad se sentirán más cómodos que en las filas piistas.

El indudable liderazgo que representaba para la izquierda perredista el gobernador Aureoles se ha esfumado con 280 caracteres de un twit. Pero el gobernador no sólo está dejando ese espacio a merced de la fortaleza obradorista, también está debilitando la base de legitimidad social de su propio gobierno. Ha hecho una apuesta temeraria, pues a su mandato le faltan tres años y las probabilidades de éxito de Meade Kuribreña son bajísimas estando a más de 20 puntos de distancia del puntero.

¿Que sigue? Tal vez una operación a gran escala para que el gobernador pueda llevarse consigo el mayor número de cuadros y bases sociales, lo que auspiciará una confrontación con los liderazgos perredistas nacionales y estatales; muy probablemente el crecimiento de las deserciones en favor de Morena; seguramente el debilitamiento de la alianza de partidos en el Frente; seguramente el crecimiento y aseguramiento de la victoria electoral de Obrador y  sus candidatos en Michoacán.

En fin, Obrador debe estar profundamente agradecido por la decisión obsequiosa que ha tomado el gobernador michoacano, sólo falta que publique un twit comunicándole su regocijo.